El swap es un contrato por medio del cual 2 personas se obligan a intercambiar flujos de dinero calculados en función del valor de una tasa de interés o de una divisa, por lo general, en una fecha futura.
Este tipo de contratos son utilizados para reducir costos financieros y cubrirse de riesgos cambiarios o de tasas de interés. No se negocia en bolsa de valores, se lleva a cabo entre 2 particulares, pero interviniendo como intermediario un banco.
Este tipo de contratos también son conocidos como de permuta financiera ya que 2 personas acuerdan intercambiar flujos de efectivo o rendimientos en el futuro.
Los más comunes son los relacionados con tasas de interés, pero también los hay sobre divisas o monedas extranjeras y sobre materias primas.
Por éste contrato, y en el caso de los relacionados con tasas de interés, una persona que esté pagando un crédito con una tasa de interés variable, puede intercambiar con otra persona el pagar a una tasa de interés fija, y viceversa, es decir, una persona que pague una tasa de interés fija puede intercambiar con otra persona el pagar una tasa de interés variable.
Para ello la persona acude a un banco, el cual actuará como intermediario con la otra persona con la que se hará el intercambio. Aquí es conveniente precisar que lo único que se intercambia es el flujo de tasa de interés y no el capital, el cual sirve únicamente como referencia, es decir, cada parte sigue debiendo lo mismo y sólo se intercambia la tasa de interés.
Así, una de las partes acuerda entregar un flujo de efectivo equivalente a la tasa de interés fija aplicada al principal en una fecha determinada, mientras que recibirá de la contraparte un flujo de efectivo equivalente a la tasa de interés variable aplicada al mismo principal y en la misma fecha determinada.
Al final del período establecido, cada persona paga la diferencia en relación a la tasa de interés que tenía originalmente, es decir, quien tenía una tasa fija, y que la intercambió por una variable, si al final del período, ésta es mayor que la tasa fija, entonces deberá pagar la diferencia, pero si es al contrario, es decir, que la tasa fija es mayor que la variable, entonces es la otra persona la que deberá pagar la diferencia.
Supóngase que en el mes de Mayo, la empresa A y la empresa B celebran un swap de tasas de interés, donde la empresa A tiene un crédito por $ 10,000,000.00 con una tasa variable de TIIE a 28 días, más un spread de 0.5%, por lo que acuerda con la empresa B intercambiar por su tasa fija del 10% anual durante los meses de Junio y Julio.
De esta forma, la empresa A pagará a una tasa fija del 10% anual en los meses de Junio y Julio, mientras que la empresa B pagará en base a una tasa variable de TIIE a 28 días con el spread de 0.5%, intercambiándose así los flujos de efectivo correspondientes.
Con este contrato la empresa A espera beneficiarse con una posible alza en las tasas de interés durante el período de vigencia del contrato de swap, ya que ha acordado pagar a una tasa fija y recibir a una tasa variable (la de la TIIE a 28 días), mientras que la empresa B estará apostando a que las tasas de interés bajen, ya que ha acordado pagar a una tasa variable y recibir a una tasa fija.
En cuanto a los swaps de divisas o tipo de cambio, estos tienen mucha aplicación y utilidad en los casos donde la empresa tiene pasivos en moneda extranjera con tasas variables y en donde para protegerse ante los eventuales riesgos cambiarios, se acude a este tipo de contratos para intercambiar la tasa de interés y la moneda por una tasa fija en pesos.